lunes, 6 de noviembre de 2017

LO FATAL, Rubén Darío.


Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.


Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...

Aclaración de algunas palabras: dichoso, pesadumbre, espanto, racimos.
Explicación de la frase: fúnebres ramos.

Actividades a partir del poema:
1.- Identificar el tipo de verso. Detenerse en la particularidad de la estrofa, especialmente en la última estrofa.
2.- Hay un encabalgamiento muy marcado. ¿Qué tiene de especial?
3.- ¿Por qué son más dichosos los árboles o las piedras?
4.- ¿Cuál es, pues, el problema del ser humano?
5.- ¿En qué estrofas del poema se expone dicho problema?
6.- Hay un paralelismo entre los dos primeros versos, demuéstralo.
7.- Hay un polisíndeton. Señálalo y explica qué pretende sugerir.
8.- En los versos 10 y 11 hay varios recursos. Indícalos.
9.- ¿Dónde se resume el tema del poema?

10.- ¿Podrías relacionar los dos últimos versos con otros de Bécquer leídos el año pasado?

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