miércoles, 9 de diciembre de 2015

COMENTARIO DE "PARA VIVIR NO QUIERO" DE SALINAS.

Tema:  El amor como idea de sintonía que une a dos amantes con sus características  únicas, auténticas y esenciales.


Argumento: Primero expresa su concepto del amor como algo puro y no el amor basado en aspectos exteriores. A continuación, se dirige a la amada y le pide que, cuando se amen, sea ella misma. Para finalizar diciendo que también él se presentará puro y será él mismo en el momento de amarse.
Estructura externa: La métrica es muy típica de Salinas; el verso básicamente es libre, pues no hay rimas, salvo en algunos casos como en los versos 2 y 4. Los versos, en general, son heptasílabos y hay dos versos más breves, el 14( trisílabo ) y el 27 (tetrasílabo) que se sitúan en puntos estratégicos porque introducen los dos versos más importantes de la poesía.

Estructura interna: La poesía se podría dividir en 3 partes.
1) -vv 1-4, sirve de introducción. Esos versos presentan el planteamiento del tema, en un cierto sentido enigmático.
2) -vv 5-15, en la que el poeta se dirige directamente al “tú”, a la amada y le pide que abandone todo lo superficial porque la quiere libre y pura.
3) -vv 16-28, donde se desarrolla el proceso equivalente al anterior pero dirigido al “yo”.

Comentario: Pedro Salinas es uno de los mayores exponentes de la Generación del 27 junto a otros como Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Garcia Lorca, etc. Esta generación se caracterizó por el sincretismo, es decir, la fusión de elementos de la vanguardia con otros de la literatura culta y popular. En este caso, la métrica (verso libre) es vanguardista, así como por el uso de la metáfora o las enumeraciones caóticas. Sin embargo, el tema (el amor entre dos personas) es un tema clásico, no tiene nada de vanguardista.
Esta poesía pertenece al libro “La voz a ti debida”; un libro de poesía vanguardista de la segunda etapa del poeta y cuyo tema central es el amor hacia una mujer idealizada. También a nivel estilístico podemos situar este poema en el ámbito de la poesía pura de las vanguardias del primer tercio del s XX.
La poesía empieza con los 4 versos de introducción donde se presenta el tema central de la poesía.  Los dos primeros versos son un rechazo de todo lo material como para demostrar que no son necesarios para vivir bien. El v.2 es una enumeración asindética y a la vez una metáfora mediante la cual el poeta hace referencia a escenarios convencionales para el amor, para la vida.
Frente a ello, los versos 3 y 4 son un contraste y proclaman lo único necesario para vivir. Utiliza la exclamación para subrayar su consideración y la frase “vivir en los pronombres” es una metáfora que confiere un toque enigmático al poema, como un juego, porque sorprende al lector. Obviamente se refiere a los pronombres personales de 1ª y de 2ª persona, “tú” y “yo”, que serán al centro de las dos partes siguientes del poema. Para Salinas los pronombres son el símbolo de la personalidad profunda y , sobre todo, desnuda de todo lo superficial. En “qué alegría más alta” sustituye “grande” por “alta”, para expresar el estado de euforia, de elevación, de vuelo, que le produce ese amor esencial.
 La segunda parte del poema se centra en el “tú”, se dirige a la amada con un imperativo, a la que le pide que lo deje todo atrás, la invita a desprenderse de todo lo innecesario como las convenciones sociales o la imagen. Esta segunda parte empieza con una enumeración caótica asindética en los vv 5-6, cuyos elementos representan lo innecesario que la mujer debe abandonar. Los versos 7-9 aluden otra vez a lo exterior, lo social, las costumbres, etc. y, como en los primeros dos versos, presenta lo que rechaza (“no te quiero así”), mediante diferentes metáforas, y contrasta con los versos siguientes, en los que manifiesta cómo la quiere (“te quiero pura..”).
 Con la afirmación “hija siempre de algo” alude a una dependencia de las cosas exteriores como la familia, la posición social, etc. A esta negación, él contrapone los versos 10-11 en los que nos presenta cómo desea a la mujer (“pura, libre, irreductible”, otra enumeración). De hecho, los 3 adjetivos que siguen el verbo, representan la clave de lo que busca el poeta: la quiere “pura”, es decir, libre de toda convención social, de cualquier influencia del exterior, “libre”, dueña de sí misma (esta palabra forma una antítesis con el verso anterior, “hija siempre de algo”), y , en fin, “irreductible” en el sentido de no poderse reducir más, de ser pura esencia, y a la vez que no se deja vencer por nadie y nada. Estos 3 adjetivos desembocan en el pronombre “tú” que representa, para el poeta, lo que una persona tiene de único e irreemplazable. "Solo tú serás tú" es una tautología, algo obvio, para insistir en el pronombre "tú".
Tras haber determinado el objeto del deseo, (una mujer única y pura), el poeta espera que responda a su llamada, que presenta en los vv 12-15. El verso 14, tetrasílabo, sirve de puente para llegar al resultado final del proceso: “sólo tú serás tú”. Que, en sí, es una tautología. También hay un contraste entre “todas las gentes del mundo” y “tú”, en el sentido de que ella es única en el mundo.
En la última parte (16-28) se desarrolla un proceso equivalente al de la parte anterior pero ahora se centra en la liberación y purificación del yo. Nos explica que, cuando se produzca el encuentro de los dos amantes, el poeta se habrá despojado de todos los problemas sociales, de imagen y apariencia, etc, para poder encontrarse con ella “puro” e “irreductible” (“y vuelto al anónimo/ eterno del desnudo,/de la piedra, del mundo”, otra enumeración asindética). Se sirve de paralelismos para marcar el ritmo de los versos “el que te llama”, el que te quiere suya”.
Los vv. 16-17 hacen eco al v.12 (“y cuando me preguntes/quién es el que te llama”, “sé que cuando te llame/entre todas las gentes”) mientras los 19-23 presentan una enumeración asindética análoga a la de los vv 5-6, y , como la primera, esa resume una misma renuncia a un pasado y una serie de cosas que han perdido sentido, que sobran de lo esencial. El autor incluso rechaza lo que él se siente destinado a ser por condicionamiento familiar (“lo que encima me echaron desde antes de nacer”).
Otra analogía con la parte anterior es el penúltimo  verso, notablemente breve y con pausa, y sirve para centrar la atención sobre el verso final, el punto más importante de esta parte, que, como en la anterior, representa la conclusión del proceso de transformación del poeta. Con la epanadiplosis del último verso el poeta nos presenta ese juego de pronombres, como final de la poesía.
Las enumeraciones caóticas presentes en el poema sirven para expresar el estado de ánimo exaltado del poeta y para resumir unos conceptos mucho más amplios. “El anónimo eterno de la piedra y del mundo” es otra metáfora para representar lo esencial.
Se puede decir, por tanto que hay un paralelismo en el desarrollo de las partes 2ª y 3ª, incluso en el final  de ambas: “solo tú serás tú”, “yo te quiero; soy yo”.


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