(Orense, 25 de abril de 1929 - Ginebra, 18 de julio
de 2000) fue un poeta, ensayista y traductor español.
Cursa estudios en la Universidad de
Santiago de Compostela obteniendo el título de licenciado en Derecho y en la Universidad Complutense
de Madrid, donde se licencia en Filología Románica. Da clases en la Universidad de Oxford
y en Ginebra ejerce de traductor de organizaciones internacionales;
posteriormente trabaja en París en la sede de la UNESCO. En los años 80
vuelve a España, fijando su residencia en Almería, y continúa con su actividad
docente como profesor visitante en diversas universidades extranjeras. En sus
últimos años alterna su residencia suiza con la española, y recibe múltiples
distinciones como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio
Nacional de Poesía.
Su trayectoria profesional comienza cuando aún es un
estudiante que despunta como poeta, formando parte del “Grupo Poético de los 50”, dentro del cual representa
a la poesía como una vía del conocimiento. En la década de los 60 su poesía
evoluciona siguiendo una corriente llamada "poesía del silencio",
desligándose así del movimiento poético de mitad de siglo. En este periodo
destacan obras como A modo de esperanza (1954), Premio Adonais en ese año,
Poemas de Lázaro (1960), Premio de la Crítica, La memoria y los signos (1966) o Siete
presentaciones (1967).
Heredero de la tradición mística española, José
Ángel Valente asimila tradiciones culturales, históricas y tendencias
filosóficas creando textos cada vez más profundos y complicados. Uno de sus
cuentos, El uniforme del general
(contenido en el libro El número trece) le lleva ante un consejo de guerra en
1972 por la forma en que describe al Ejército.
También escribió poesía en gallego y realizó
trabajos como traductor de poesía alemana y francesa; además escribe ensayos
relacionados con la pintura, la mística y la literatura española. Entre ellos
destacan títulos como Miguel de Molinos (1974).
Su última obra es Fragmentos de un libro futuro, texto en el que se recogen sus
últimos poemas y que se publicó después de su muerte.
Como hemos indicado más arriba, adscrito en un
primer momento al llamado Grupo poético de los 50 o Generacíón del medio siglo,
desde 1966 su poesía evoluciona hacia una metapoesía que ha hecho que se suela
adscribir su lírica a la llamada Poesía del silencio, muy influida por la
mística sincrética, como la cábala judaica, el sufismo iranio, el misticismo
cristiano (fundamentalmente a través de figuras como San Juan de la Cruz o Miguel de Molinos), el
taoísmo y el budismo zen, entre otros. Su aproximación a la mística, sin
embargo, se aleja de cualquier dogma religioso y no supone la creencia en una
divinidad personal. Esta entrada en el misterio se produjo en gran parte bajo
el magisterio de la filósofa María Zambrano. Asimilando tendencias filosóficas
y tradiciones culturales históricas en poesía y prosa y también a través de la
música y la pintura, la escritura de José Ángel Valente es una de las más
ambiciosas y profundas de la literatura española contemporánea. Se muestra
heredero de la tradición mística española, de ahí su obsesión con el problema
de la inefabilidad, del vacío y de la nada. El lenguaje y la materia son otras
de sus obsesiones, no muy alejadas de su sensibilidad cercana a la mística: la
materia como constante engendradora de formas y el lenguaje, al que Valente
quisiera liberar de su uso puramente instrumental, son dos vías de acceso al
misterio de la existencia.
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