LA
FAMILIA DE PASCUAL DUARTE, de CAMILO JOSÉ CELA.
INFLUENCIAS
La novela fija sus modelos creativos principalmente
en:
La
novela picaresca. Especialmente se aprecia la
influencia de la picaresca en los cinco primeros capítulos (niñez de Pascual,
su casa, padres y hermanos).
Recordemos el inicio de la obra: Yo, señor, no soy malo, comienza Pascual. Yo, señor, soy de Segovia, comentaba Pablos en El Buscón. Pero más allá de guiños al género picaresco, esta influencia se observa en elementos narrativos y estructurales como:
Recordemos el inicio de la obra: Yo, señor, no soy malo, comienza Pascual. Yo, señor, soy de Segovia, comentaba Pablos en El Buscón. Pero más allá de guiños al género picaresco, esta influencia se observa en elementos narrativos y estructurales como:
La narración en primera persona de unas memorias que han sido escritas para explicar
una situación presente. En la picaresca el destinatario era vuestra merced y las memorias permitían al lector comprender
la situación de degradación actual del personaje. En LFPD el narrador dirige
sus memorias a Joaquín Barrera López para que comprenda por qué asesinó al
conde de Torremejía y al mismo tiempo descargar su conciencia.
En la novela picaresca el protagonista es un ser que
pertenece a lo más degradado y bajo de la sociedad; Pascual lo mismo: una vida
de aislamiento, marginalidad y desgracias.
Ambas son novelas episódicas, en el sentido de que
solo se seleccionan los acontecimientos importantes para la finalidad del
relato.
La
novela naturalista
No tanto en el estilo como en la descripción del
entorno social marginal y mísero en el que se mueven los personajes. El gusto
por las descripciones detalladas de hechos macabros y repulsivos también es
herencia de la novela naturalista de última hora. Es decir, no la decimonónica,
sino la que degeneró en un subgénero sensacionalista que tuvo su apogeo en las
primeras décadas del siglo XX.
El determinismo, o lo que es lo mismo: el influjo de
la herencia genética y el entorno social que condicionan la vida del individuo.
El
Romance de ciego
En relación con la influencia de la novela
naturalista se sitúa la de los romances de ciego: relatos sensacionalistas
acerca de crímenes y sucesos repulsivos.
E.A.
Poe y Dostoyevski
Dos autores a
los que se puede seguir su huella en la obra: los crímenes, la observación del
alma humana en lo que tiene de patológico y enigmático.
ESTRUCTURA
La estructura externa: la novela está dividida en
unos documentos de apertura: nota del transcriptor, cartas de Pascual y
dedicatoria, seguidos de XIX capítulos más otros documentos de cierre después
del último capítulo.
En cuanto a la estructura interna, según Gonzalo
Sobejano, uno de los primeros expertos en la obra, el contenido de la novela se
estructura en los siguientes bloques:
Bloque de apertura: Documentos que abren las
memorias, la nota del transcriptor, la carta incluyendo, el envío del original,
la cláusula del documento ológrafo otorgado por don Joaquín Barrera López,
quien por morir sin descendencia legó sus bienes a las monjas del servicio
doméstico y la dedicatoria de Pascual.
Bloque 1. Caps. 1-5: La familia de Pascual (no
creada por él)
cap. 1: su pueblo y su casa
cap. 2: sus padres
cap. 3: su hermana Rosario
cap. 4 y 5: su hermano Mario. Lola
Bloque 2. Cap 6. Capítulo de transición: Pascual
reflexiona desde su celda
Bloque 3. Caps. 7-12: La familia creada por Pascual
Duarte
cap. 7: se casa con Lola
cap. 8: la luna de miel
cap. 9: el primer hijo es un aborto
cap. 10: nace y muere su segundo hijo
cap. 11: el ambiente de la casa tras la muerte de
Pascualillo
cap. 12: reproches de las mujeres de su casa a Pascual
Bloque 4. Cap. 13.
Capítulo de transición: Pascual reflexiona desde su celda
Bloque 5. Caps. 14-19: La descomposición de la
familia de Pascual Duarte
cap. 14: huida de Pascual
cap. 15: regreso de Pascual y muerte de Lola
cap. 16: Pascual mata a el Estirao
cap. 17: Pascual pasa tres años en el penal de
Chinchilla y regresa a su casa
cap. 18: Conoce a Esperanza
cap. 19: Se casa con Esperanza y mata a su madre
Bloque de cierre: una segunda Nota del transcriptor
que contiene la carta del capellán de la cárcel de Badajoz y la carta de un
guardia civil de la misma cárcel.
TEMAS
El principal tema del libro es la violencia
como respuesta ante las adversidades que tiene la vida. Pascual se esfuerza en
toda la obra para convencernos de que la influencia del entorno le condujo a
matar. De haber nacido en otro contexto, criado por otra familia y educado
convenientemente no habría acabado siendo un asesino. Por tanto, la violencia y
el asesinato son la única respuesta posible a la amenaza exterior. ¿Se puede
transmutar este tema a la sociedad en la que vive Pascual Duarte? Parece
evidente que sí. Recordemos que Pascual es violento por el entorno, según
insiste él, y, no es casualidad, el final de sus días coincide con el estallido
de la Guerra Civil Española. La violencia estaba instalada en aquella sociedad.
Otros temas relacionados son:
La
soledad y/o el aislamiento: Pascual
está solo desde que nace. Rodeado de gente, pero en soledad, veamos: sus padres
no lo quieren, crece en total aislamiento, en una casa alejada del pueblo, sin
contacto con la escuela desde temprana edad. Se casa pero sin la comprensión de
los demás debe afrontar la desgracia de la muerte de sus hijos. Huye de casa y
se pasa dos años solo buscándose la vida (y a sí mismo) y solo pasa sus últimos
años en la cárcel esperando ser ajusticiado.
La
visión primitiva y animal del ser humano.
Pascual actúa por instinto, como un animal herido se defiende y mata por
necesidad. En las páginas de la novela hay toda una reflexión sobre la
naturaleza animal del ser humano que está como camuflada por la cultura y la
moral impuestas por la sociedad, pero que en determinadas circunstancias (como
las de Pascual) el instinto se muestra y
toma el control sobre el individuo.
El
fatalismo, ese fatum que persigue a Pascual
y a su familia, es como un círculo infernal del que no es posible la huida.
NARRADORES
1) El transcriptor.
2) Pascual Duarte.
3) Santiago Lurueña, presbítero.
4) Cesáreo Martín, cabo de la Guardia Civil.
Los dos primeros son voluntarios, no así los otros
dos, que vienen arrastrados por el transcriptor.
La narración de Pascual Duarte tiene un prólogo,
que es la carta enviada a Joaquín Barrera. Esta carta y el final de la primera
nota del transcriptor cumplen la función de prólogo en la novela picaresca.
Sigue una cláusula del testamento de Joaquín Barrera que completa la nota del
transcriptor.
La narración que nos hace Pascual de su vida está
hecha desde la perspectiva actual, en la cárcel, y los hechos se suceden de
forma selectiva, no cabe duda de que no nos cuenta todo, sino solo aquello que
su ánimo le permite porque esta narración no es fría, sino apasionada. Hay a
la vez relato y juicio, un juicio que es a veces doble: el que la acción le
mereció en el momento de realizarla y el que le merece en el momento de
contarla.
Si durante su vida Pascual Duarte ha evolucionado
intelectualmente, mucho más lo ha hecho durante el tiempo de escritura. El
personaje va ganando en hondura a causa de su proceso de autoexplicación.
ESPACIO
Pueblo natal de Pascual, cerca de Almendralejo
(Badajoz): espacio en el que Pascual desarrolla casi toda su vida.
Cárcel de Badajoz: desde donde escribe sus
recuerdos.
Otros lugares: Mérida (viaje de novios), Madrid , La
Coruña y Chinchilla (en la cárcel).
TIEMPO
Desde su
infancia hasta su muerte.
Se ven dos momentos; el tiempo en el que se
desarrollan los acontecimientos presentados en el relato y el tiempo en el que,
dentro de la cárcel, escribe sus memorias.
En toda la obra solo hay una referencia a la época
en que se desarrolla: 10 de febrero de 1922, fecha en la que mata a su madre.
PERSONAJES
DESTACADOS
Pascual Duarte
Es el personaje protagonista y el más complejo de la
novela. En el se unen el sentido común y el instinto animal, la barbarie y la sensibilidad de un modo que
provoca, en ocasiones, el desconcierto del lector. Parece que está perseguido por una especie de
“fatum” que le impide encontrar la paz y la felicidad y que por el contrario le
conduce a la desgracia y al crimen.
No resulta extraño pensar que Pascual Duarte es,
más que verdugo, víctima de su propia realidad. Cuando nos describe su
pueblo, su casa y a su familia, descubrimos el abismo que eso supone: “el reloj
de la plaza del pueblo está parado. La choza de Pascual, fuera del pueblo. En
la choza hay una cuadra vacía y desamparada. Olor a bestia muerta. Carroña en
el vecino despeñadero. Un pozo cegado. Un regato medio seco, sucio y
maloliente. Padre y madre, abandonados en su conducta, se abandonan a las vanas
disputas, al alcohol, a la animalidad.
“Para no
salir en la vida de pobre no valía la pena aprender nada”, pensaba la madre de Pascual, y éste, talmente
estimulado, abandona la escuela. Rosario abandona la casa para prostituirse. El
abandono en que vegeta el pequeño Mario llega al extremo de que un cerdo pueda
comerle las orejas y la criatura maltratada permanece horas y horas tirado por
el suelo, la boca en la tierra. A la iglesia no van más que don Jesús y dos o
tres viejas. Muerto Pascualillo, deshecha la posibilidad de calor en el hogar,
Pascual Duarte necesitará huir, huir lejos del pueblo, pensando en huir
también de la patria y saltar a las Américas. A su vuelta, la mujer
abandonada por él morirá confesando su error. Y el matador de "EI Estirao",
al regresar del presidio, busca en su imaginación un andén poblado de amigos
y en la casa una madre y una hermana ocupadas con su recuerdo; pero en el
andén no había nadie y en la casa la madre le recibe como si hubiera
preferido no verme. Una última esperanza: su novia Esperanza. Pero ya es tarde
para escapar del pueblo, de la madre, de la propia sombra, y el fin será
matar, matar y salir huyendo, corriendo por el campo.”[...]
En el vacío de la casa, del pueblo y de la patria
Pascual Duarte existe en soledad, con su sombra por única compañera. [...]
Soledad del emigrante. Soledad del viudo. Soledad del prisionero. Soledad en la
estación de partida y en la de llegada siempre huraño y como despegado. [...]
Soledad, por último, ante la muerte, entre las paredes de la celda. (R.
Gullón, Reflexiones sobre la familia de Pascual Duarte).
Por tanto, Pascual Duarte es un individuo abandonado
y solitario. Abandonado, no de Dios, como él cree en su ingenuo fatalismo,
sino de una sociedad de la que debía formar parte congruente y útil y que no
le ha incorporado, sino que le ha abandonado desde siempre.
La madre
Es alta, delgada, muy ruda en su comportamiento,
violenta y blasfemadora. Además, como la madre del Lazarillo de Tormes, es
promiscua y su conducta roza la prostitución.
No tiene prácticamente ningún rasgo positivo, al
menos no los tiene según la descripción que nos ofrece Pascual.
El Padre
Aparece menos retratado que la madre. Era un
borracho que maltrataba a la familia. De él se destaca sobre todo su
comportamiento violento (recuerda Pascual las palizas que le daba a su madre).
Su muerte estuvo en relación con la vida
que llevó y fue también violenta y dolorosa provocada por la mordedura de un
perro rabioso.
Rosario
Hermana de Pascual. La descripción que de ella hace
en el capítulo V no la deja en buen lugar: Pascual la define como una persona
malvada y egoísta (como todas las de su entorno).
Sin embargo, con el desarrollo de la novela Pascual
va a variar la idea que tiene de su hermana y su relación con ella. Poco a poco
se da cuenta de que es la única persona de la casa que muestra algo de
compasión: cuidaba de su hermano Mario mientras estuvo vivo, se preocupa de
Pascual, etc. Cuando Pascual salió de la cárcel, Rosario le tenía buscada una mujer para que pudiera rehacer su
vida.
Pascual sabe valorar y apreciar estas muestras de
cariño que le ofrece su hermana.
Lola
Su mujer. De sus diálogos y comportamiento con
Pascual no se desprende un verdadero amor. En ella se reflejan buena parte de las
desgracias que acecharon a Pascual: la pérdida de dos hijos, el deshonor y , al
final, como consecuencia (más o menos directa) de su adulterio Pascual mata al
Estirao que supone su inicio en su carrera criminal.
El señor Rafael
El amante de su madre y el posible padre de Mario
(concebido cuando el padre de Pascual aún vivía). Es un personaje mezquino
cruel. El narrador lo describe con un total distanciamiento y un cierto aire
caricaturesco.
ESTILO
Se caracteriza por las expresiones coloquiales y el
lenguaje llano y sin alardes acorde al nivel social de los personajes y , sobre
todo, del narrador de toda la historia que recordemos es un campesino sin
formación intelectual como Pascual Duarte. Sin embargo, el narrador no deja de
sorprendernos a cada paso con giros expresivos brillantes y originales,
impropios de alguien de su clase.
El vocabulario es muy expresivo y variado.
La narración en primera persona se combina con el
estilo directo (menos habitual es el indirecto)
y con los diálogos: ágiles y de un lenguaje sencillo y directo
Los recursos retóricos más empleados son las
estructuras paralelas (semánticas y sintácticas) y las comparaciones ricas,
expresivas y originales. En ocasiones son fruto de la influencia de la religión
y la filosofía escolástica consecuencia de la influencia de la iglesia.
Por último, no faltan en la novela notas de color
local, con el empleo de regionalismos y vulgarismos.
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